Según datos del IBGE 2019, Brasil sigue teniendo la mayor cría comercial de ganado en el mundo, con aproximadamente 213,5 millones de animales. A pesar de su posición prominente, la pecuaria tiende a enfrentar grandes obstáculos cuando se trata de eficiencia, porque si, por un lado, se busca el aumento de la producción de los animales en sistemas intensivos, por el otro lado, se aumenta también el estrés del rebaño debido a las situaciones decurrentes de este tipo de manejo.
Aunque los beneficios del confinamiento son numerosos, especialmente en los periodos de sequía, el productor debe tener más cuidado con la sanidad del rebaño, ya que el manejo intensivo puede exponer a los bovinos a situaciones estresantes, principalmente en la entrada del confinamiento. Factores como el transporte, cambio climático, hacinamiento de los animales y alteraciones repentinas en la dieta aumentan los niveles de estrés de los bovinos.
El estrés, por su vez, genera la liberación de algunos mediadores químicos que pueden disminuir la inmunidad, interferido directamente en los mecanismos de limpieza y defensa del aparato respiratorio. Esta condición favorece la proliferación de virus y bacterias patogénicas, que pueden actuar juntos o no, causando enfermedades en los animales. El complejo de las enfermedades respiratorias en los bovinos es el principal problema presente en los sistemas intensivos de producción en todo el mundo.
El complejo de la enfermedad respiratoria bovina tiene un gran impacto económico en los confinamientos, pues causan una caída significativa en el rendimiento y, en algunos casos, la muerte de los animales infectados. El gran impacto de esa enfermedad es que la percepción del problema no siempre condice con la realidad del rebaño, una vez que la incidencia de cuadros subclínicos es de 8,3% (Vechiato, 2009), presentando apenas caída en el aumento de peso con pérdidas que varían de 50 a 200g/día (Vechiato e Ortolani, 2013).
En primer lugar, el productor necesita acostumbrase con la realización de la inspección visual de los animales, a través de la ronda sanitaria. Ese manejo es fundamental para identificar animales enfermos en condición subclínica, evitando la diseminación de la enfermedad en el rebaño. Los responsables por la inspección deben observar a los animales con mucha atención, caminando por todo el corral. Durante las rondas, es necesario levantar todos los animales que están acostados, porque solo así es posible identificar aquellos que están enfermos.
Además de la constante observación de los animales, es necesario adoptar medidas de manejo cómo, por ejemplo, reducir los factores de estrés, mantener el ambiente siempre limpio y bien ventilado, garantizar que los recién nascidos reciban el calostro adecuadamente, separar los animales en pequeños grupos de acuerdo con la edad e vacunar todo el rebaño contra los principales agentes causadores de enfermedades respiratorias, incluyendo virus y bacterias.
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