La vacunación es una práctica que viene siendo cada vez más adoptada en la situación de la pecuaria actual, pues se trata de una medida preventiva eficaz contra las enfermedades infecciosas, que permiten minimizar los daños ocasionados por las enfermedades, y reducir el uso de los antibióticos para el tratamiento de infecciones.
Al definir el manejo sanitario de un rebaño, la vacunación debe ser la primera herramienta a ser recordada. El acto de la vacunación es una práctica simples, para evitar pérdidas a los productores, daños a los animales y para que el propio proceso de inmunización tenga mayor probabilidad de ser exitoso.
A través de uno bueno protocolo vacunal, realizado de forma adecuada, siguiendo las buenas prácticas de vacunación, es posible obtener diversos beneficios como, por ejemplo:
1- Reducir la carga infecciosa en el ambiente en que los animales viven;
2- Disminuir la incidencia de enfermedades infecciosas en el rebaño;
3- Evitar surtos de enfermedades infecciosas en la propiedad;
4- Minimizar los prejuicios económicos relacionados a las enfermedades infecciosas;
5- Mejorar el rendimiento de los animales;
6- En algunos casos y con herramientas adecuadas, hasta mismo erradicar enfermedades.
En repetición de la enorme diversidad de informaciones disponibles sobre el tema Buenas Prácticas de Vacunación, es importante que el productor rural esté apto a realizar el procedimiento de vacunación de forma adecuada, con vista a minimizar factores que puedan llevar a fallas en el proceso de inmunización. Para eso, separamos algunas sugerencias para auxiliar el productor rural en el proceso de vacunación del rebaño y presentar las técnicas más adecuadas envueltas en este proceso, que visan a la protección de los animales.
Antes de empezar el manejo sanitario de la propiedad es necesario hacer el planeamiento. Con días de antecedencia es preciso definir, con el auxilio del Médico Veterinario, cuál será el protocolo vacunal adoptado, cuales vacunas serán administradas en los animales y lo más importante, cuando esas vacunas deberán ser aplicadas. Así el productor ya marca en el calendario de la hacienda los días en que van a ocurrir las vacunaciones, adecuando así la rutina de los animales pre y pos manejo vacunal.
Uno de los puntos más importantes para el éxito de la inmunización es la conservación de las vacunas, que deben siempre ser mantenidas en temperatura adecuada, entre 2°C y 8°C hasta el momento de la vacunación. Las vacunas deben ser almacenadas en heladera y la temperatura debe ser revisadas diariamente, evitando así que por alguna eventualidad el producto quede fuera de la temperatura. Y en lo momento de la vacunación, es fundamental mantener los frascos dentro de una caja con hielo, evitando que el producto se calienta en contacto con el calor.
Verifique siempre el vencimiento del producto a ser aplicado. Productos fuera de validad pueden implicar serios perjuicios para el animal.
Es muy importante verificar los equipamientos utilizados en la aplicación de vacunas, por lo que, al hacer uso de pistolas, verifique la lubrificación, limpieza y calibración del equipamiento. Verifique si las agujas utilizadas en la vacunación de los animales están en buenas condiciones de uso: recta, limpia y afilada.
Las agujas deben ser esterilizadas y sustituidas en lo máximo a cada 10 animales, y el tamaño y diámetro deben ser elegidos de acuerdo con las diferentes categorías de animales.
En el día del manejo vacunal tome algunos cuidados con los animales, cómo:
• Elija los horarios más frescos del día para realizar el manejo, así minimizamos el estrés térmico;
• Sea cuidadoso durante el manejo para evitar lesiones y estrés desnecesarios;
• Vacune solamente animales saludables. No vacune animales enfermos, debilitados, subnutridos o con alta carga parasitaria, pues estas condiciones pueden comprometer el desenvolvimiento de una buena respuesta inmune;
• Certifiquese de qué el profesional que realizara el procedimiento esté apto y capacitado para el manejo.
Seguir las buenas prácticas de vacunación es la clave para el éxito del manejo vacunal.
Queda atento a los cuidados necesarios, y no se olvide que el manejo sanitario, integrado a la nutrición y a la genética animal, forma sobre la cuál se sustenta toda la actividad pecuaria.
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